Paolo de Castro ha sido durante años presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, así como ministro de Políticas Agrícolas del Gobierno italiano en dos ocasiones. Es autor de dos libros de absoluta referencia para comprender que está pasando con la comida, con la alimentación y, por tanto, con la gastronomía.
El primero de ellos, editado por la editorial “Eumedia” en el año 2012 con el título “Hambre de tierras. Alimentos, agricultura en la era de nueva escasez”. Y el segundo con la misma editorial “Comida. El desafío global¨. En los dos casos el prólogo corre a cargo de Jaime Lamo de Espinosa quien fuera ministro de agricultura de 1978 a 1981. Y respectivamente en cada uno de los trabajos la introducción del primero es a cargo de Romano Prodi y el segundo por la actual ministra del ramo, Isabel García Tejerina.
Dice de Castro que “son muchos los que están dispuestos a desembolsar miles de millones de euros para garantizarse grandes superficies cultivables vírgenes, marginales o despobladas, y hay quienes están dispuestas a cederlas. ¿La ganga del siglo” La Tierra”.
La inestabilidad de los mercados de las materias primas agrícolas y los picos de los precios alimentarios, el crecimiento demográfico y el cambio de las dietas a nivel global, los vínculos medioambientales para la producción de alimentos y las consecuencias del cambio climático: todos estos son elementos que componen el escenario de nueva escasez. Los alimentos serán más caros para todos: el impacto será más fuerte sobre las franjas más pobres de la población mundial, pero se percibirá de manera directa e indirecta también en los países ricos.
La seguridad alimentaria es una cuestión global que no atañe solo a la desigual distribución de los recursos en el Planeta, cuestión importante y aún sin resolver, sino que se refiere a la propia capacidad de realizar una producción alimentaria más sostenible desde el punto de vista medioambiental y suficiente para satisfacer una demanda que crece rápidamente. ¿Conseguiremos alimentar a los más de 9 mil millones de personas que habitarán el planeta en 2050? Podemos lograrlo, pero tenemos que ser conscientes de que el escenario ha cambiado, definitivamente.