Y hasta Málaga, más concretamente a Benahavís, nos marchamos la semana pasada a participar como jurado en la cuarta edición de esta actividad que combina el concurso entre alumnos de las escuelas de cocina de la zona, unas jornadas gastronómicas, una acción en los colegios y unos premios a las personas e instituciones que más han destacado en la gastronomía de la Costa del Sol.
El estudiante de la Escuela de Hostelería de Benahavís Antonio David se hizo con el premio Joven Valor dotado con una beca Chef Trainning US que le permitirá educarse en gastronomía con prácticas remuneradas en Estados Unidos. El galardón se enmarca en esta cuarta edición de los Premios Gastromía Benahavís 2017, que reconocen la labor de los mejores restaurantes de la Costa del Sol y destacan el valor de la formación con la entrega de premios a jóvenes en formación y más pequeños con aspiraciones en el mundo de los fogones.
Este año los establecimientos Restaurante Rocío Sushi&Tapas, Estudio Gastronómico, La Milla Gastrobar, Benisty, Avastos y Viandas, José Carlos García, Los Bandidos y Hotel San Cristóbal han sido los galardonados, mientras que alumna del colegio Atalaya Lucía Guerrero se ha llevado el Chef Junior 2017.
La organización y la idea es de José María Guadamuro, Curro para los amigos, que desde su empresa Daily Turist Marbella ha alcanzado un posicionamiento merecido en el mundo de la cocina y su promoción en Málaga. Ahora quiere repetir el formato en otras capitales andaluzas desde Granada a Jaén. Y, quizá, por otras zonas españolas. Cuenta con la colaboración de su buen amigo el periodista Enrique Bellver, histórico colega que viene por Zaragoza con frecuencia.
Siempre es un placer visitar Málaga y, en esta ocasión, Benahavís, un municipio con altísimo nivel de vida, con campos de golf exclusivos, casas de gran lujo propiedad de grandes mandatarios de todo el mundo que buscan el descanso y la discreción.
De todo lo visitado merece la pena destacar la singularísima bodega de Pies Descalzos a 800 metros de altitud en la que, entre otras, cultiva también la garnacha que degustamos a la sombra de un aguacate inmenso en la puerta de la bodega y la grata conversación de Paco Retamero, su propietario.