Lo entrevisté en mayo de 2008, en una de sus visitas a Zaragoza y dijo que: “Zaragoza puede convertirse en un polo de atracción gastronómica”, y en ellos seguimos. Juan José Lapizt Mendía (1934) fallecía el pasado once de julio en su casa de Hondarribia. Complicaciones cardiovasculares derivadas de la diabetes que padecía propiciaron el fallecimiento, indicaron fuentes próximas a la familia. Crítico gastronómico, cronista de la Nueva Cocina Vasca desde que nació, investigador del patrimonio culinario y divulgador de la cocina vasca había recibido múltiples galardones y era autor un gran número de libros entre los que cabe destacar el “Diccionario – Enciclopedia de Gastronomía Vasca” del que fue coordinador y miembro del equipo de redacción, editado por la Cofradía Vasca de Gastronomía.
Fotografía: Eduardo Bueso
Participó activamente y en numerosas ocasiones en los foros y reuniones culinarias y gastronómicas que se han celebrado en Zaragoza en los últimos veinte años. Recuerdo su apasionada intervención en “Zaragoza, punto de encuentro” en el salón Príncipe Felipe del Gran Hotel de nuestra ciudad; corría el año 2005. Posteriormente y con motivo del encargo que recibí del alcalde Belloch y su equipo que se llamó “La cocina del agua: Zaragoza 2006 – 2008”, vino en varias ocasiones. En una de ellas realizó una cata de aguas en la desparecida Gastroteca de la Calle Colón en colaboración con la Federación de Cofradías Vascas de Gastronomía. Luego todos ellos y en procesión hasta El Pilar, fueron acompañados por el sector HORECA al completo con su presidente José Luis Yzuel a la cabeza.
Memorable fue su nombramiento como embajador de la cocina del agua de Zaragoza en un emotivo acto en el salón de plenos del Ayuntamiento de la ciudad. También fueron designados compañeros de la prensa gastronómica española, desde José Carlos Capel a Pau Arenos, pasando por Mayte Diez hasta Mikel Zeberio, entre otros.
Algunos de estos últimos y otros colegas escriben en el libro “Juan José Lapitz: memorias de un gastrónomo vasco”. y que se presentó en San Sebastián tres días más tarde de su irreparable pérdida