Cuando hablamos de comida y de restaurantes, muchas veces no nos acordamos de evidencias tan notorias como que, por ejemplo, Deliveroo, la compañía digital de entrega de comida a domicilio, recaudará un total de 575 millones de dólares en una nueva ronda de financiación que estará liderada por Amazon, junto con otros inversores ya existentes, y que la compañía dedicará a ampliar el equipo tecnológico en sus oficinas centrales, a impulsar su expansión y a continuar innovando.
Esta nueva ronda de financiación de la serie G, en la que Amazon será el principal inversor junto a inversores existentes T. Rowe Price, Fidelity Management and Research Company, y Greenoaks, eleva a 1.530 millones de dólares el total recaudado hasta la fecha por Deliveroo. La nueva inversión, que se completará en los próximos meses sujeta a las aprobaciones reglamentarias habituales, contribuirá entre otras cosas al desarrollo de nuevos productos para ofrecer a los clientes una experiencia más personalizada, un mayor apoyo para los restaurantes asociados y nuevas herramientas para ofrecer a los riders un trabajo flexible y bien pagado.
O la que saltó a los medios hace dos años y que daba cuenta de que el gigante del comercio electrónico Amazon anunciaba un acuerdo definitivo para comprar la cadena estadounidense de supermercados de alimentación orgánica Whole Foods. La operación, la mayor compra de la historia de Amazon, está valorada en 13.700 millones de dólares, unos 12.000 millones de euros. ¿Cuándo y dónde comemos esta parte rica de la sociedad occidental en la que nos encontramos?. ¿Quién decide lo que hemos de comer y lo que no?. Realmente elegimos lo que queremos o ¿nos lo imponen sin que nos demos cuenta? ¿Saben que el mayor vendedor de productos ecológicos es, también, Amazon?
Esta misma semana el diario La Nación de Argentina publicaba que: ” Un futbolista toma cerveza proteica en un after office. Una chica en el barrio porteño de Palermo degusta nachos hechos con harina de grillo. Un cocinero prepara platos con recetas de un reconocido restaurante en un galpón de Villa Crespo sin cartel y los despacha a través de un repartidor de Glovo. Esas son algunas de las postales que dejan las nuevas tendencias en alimentación y gastronomía, con términos que van desde la entomofagia (el consumo de insectos) hasta las dark kitchens, las “cocinas fantasma”. A veces la realidad da vértigo.