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Desear

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Luz Marina Vélez Jiménez

El deseo muere automáticamente cuando se logra:

fenece al satisfacerse. El amor, en cambio,

es un eterno insatisfecho

Ortega y Gasset

 

Impulso, intención, apetito y voluntad son parte del mismo espectro transformador del ser y del actuar humanos;fuerzas y esfuerzos de un yo curioso, excitable y deliberador. Desear ―deciderium: “mirar hacia el cielo buscando señales”― es una palabra que, asociada a las leyes del alma, el querer, la libertad, el placer erótico, la conservación y el ocio, modela el futuro de quien desea. Apostar, desde una circunstancia particular, por la realización de un deseo o de un conjunto de deseos, implica salirse de sí mismo y buscar la alteridad en un océano de posibilidades.

Desear 1

La perspectiva del deseo es la de la imaginación, la sensibilidad y las creencias; su primacía y vitalidad son un misterio manifiesto en los mitos, los sueños y la cotidianidad. El deseo es condición para ser, forma de saberse vivo y clave para descubrir el mundo. La búsqueda de la satisfacción del deseo es una búsqueda de perfección. Se desea, supuestamente, aquello que se cree que hace bien, aumenta la esencia del ser y provee felicidad.

El campo del deseo es el de la pura particularidad: la del hambre, el deleite, el paladeo goloso, el devorar angustioso, la saciedad y el exceso. Proteger el deseo, mantenerlo vivo, exige no cumplirlo. Cumplir el deseo es, según Lacan, taparse la boca, quedarse sin palabras y sin deseo. Los deseos no se gastan, se sostienen, mutando, en la estructura simbólica.

La avidez del vientre (ventrisingluviae) es una creación cultural. Según Casiano (siglos IV-V), el pecado original de Adán y Eva fue el de la gula y no el de la soberbia; origen de una moralis del deseo como vicio que ha servido,durante siglos,como plato fuerte el anhelo de un cuello de grulla para gozar durante más tiempo de la comida y,como bajativo, la expiación de la culpa que esto comporta.

Deseo, objeto del deseo y satisfacción del deseo como instancias del pecado (pecatus: error, distancia entre el punto donde llega una flecha y el blanco) catalogado en el comer en exceso (nimis),el comer con avidez (ardenter), el comer antes del almuerzo (praepropere) y el comer alimentos muy costosos y refinados (laute) como un conjunto de vicios que causan confusión y condena: una insatisfacción transformada, hoy, en demanda de amor y ansiedad cultural.

Desear cereal para el desayuno es todo un desafío; hallar la satisfacción depende de la elección del mejor o de uno que, sin ser el mejor, sea lo suficientemente bueno. El oscuro objeto del deseo no se deja atrapar en una oferta de 500 cereales: al elegir uno se elige, a manera de pregunta, una insatisfacción:¿cómo serían los 499 restantes?

 


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