Ya todos sabemos que el vino tinto es un término genérico y que, claro que sí, que podemos pedir un tinto para acompañar un plato o tapa, pero desde hace ya tiempo ajustamos más pues sabemos que no es lo mismo un vino tinto elaborado con garnacha que otro de tempranillo. Tampoco es lo mismo un vino sin permanencia en barrica que otro que la haya tenido, incluso dentro de esta última categoría depende de los meses que haya estado en contacto con la madera: tres , seis o dieciocho.
Pues lo mismo ocurre con otros muchos productos que en muchas ocasiones pedimos como un genérico y vendría bien poner algo más de concreción en ello. Un café solo quiere decir poco y deberíamos de exigir, en la medida de lo posible, su origen, su variedad y, siempre, sin torrefacto, claro. Pero es que con la trufa pasa algo similar. Hay muchos tipos de trufa pero la mejor, dentro de las negras, es la de invierno, la tuber melanosporum, que no tiene nada que ver con la tuber indicum o tuber himalayense, que no tienen, ni de lejos, el mismo ahora y es muchísimo más barata. Por tanto si nos dicen que un plato lleva trufa conviene preguntar de qué tipo es, sobre todo porque el precio no debería de ser lo mismo dado que no cuestan lo mismo.
Y el pan…, pues algo similar. Afortunadamente también parece que en el pan se van haciendo avances interesantes. En el último Foro de Gastronomía y Salud, organizado por HERALDO, el presidente del Club Richemont y director de investigación de Panishop Jorge Pastor, dejó claras las conclusiones que el mundo científico está haciendo en este sentido. El mensaje era claro: atención a los aditivos que se le pone a muchos tipos de pan y conviene, también, mirar las etiquetas a la hora de comprarlo y si no la lleva preguntarlo.
También con el aceite sería deseable impulsar el consumo del mejor de todos ellos: el virgen extra. Lamentablemente la terminología oficial lleva a la confusión y cuando hablamos de aceite de oliva, no se especifica nada más. Puede ser refinado o incluso de menor calidad. Si pedimos aceite de oliva virgen extra no nos equivocaremos y nuestra salud lo agradecerá.
Y así con más productos: el jamón, la cebolla de Fuentes, los espárragos y otros muchos. Es aconsejable leer las etiquetas.